jueves, 21 de febrero de 2008

El Plan de Propiedad y Control.

El Plan de Propiedad y Control le permitirá estar preparado para responder preguntas tales como: ¿Cuanto de la propiedad de mi empresa le debo entregar a un inversionista por su aporte?, si me ofrecen comprar mi empresa, ¿Cuánto vale en el mercado?, así como establecer las bases técnicas de una posible negociación para captar aportes monetarios o “capital inteligente” (inversionistas que además de dinero, ponen sus experiencia y red de contactos al servicio de la empresa).

Por lo anterior, esta etapa del plan de negocios es uno de los capítulos más importantes y cuyos elementos un emprendedor debe tener claros en todo momento, según la experiencia de Genesis Consultores.

Los emprendedores siempre dan por descontado que el financiamiento para comenzar o mejorar su empresa estará disponible, debido a que creen tener una gran idea, única y con gran potencial comercial. Lo anterior, lamentablemente, en la mayoría de los casos no es así, ya que el dinero no está disponible (por lo menos cuesta bastante obtenerlo) y más aún, la “gran idea”, una vez revisada a través del proceso formal de elaboración de un plan de negocios, no es única (existen sustitutos o competidores en el mercado), no es tan buena (existen procedimientos administrativos, comerciales y financieros que pueden y deben ser mejorados) y tienen un potencial comercial mesurado (la cuota de mercado es finita y los consumidores son esquivos).

El financiamiento de empresas nuevas o en crecimiento siempre se presentará de dos formas: Deuda o Capital. La primera tiene que ver con los posibles préstamos desde el mercado de la banca (bancos, financieras, etc.) y la segunda proviene de personas naturales y/o agrupaciones que con sus fondos incrementen el patrimonio de la empresa, basados en el potencial del negocio y que conocieron, seguramente, a través del plan de negocios.

Los dueños de la deuda reciben el nombre de acreedores, los cuales son bastantes exigentes. Les interesa sobre todo la seguridad y el flujo de efectivo de la empresa, ya que eso les asegurará el pago de la cuota respectiva del préstamo que otorgaron al emprendedor.

Los dueños del patrimonio son los accionistas (el emprendedor también es uno de ellos) y generalmente corren más riesgo que los acreedores, por lo que son más exigentes aún. Ellos recuperan su inversión, logrando que la empresa sea exitosa, ya que así sus acciones (porciones de la empresa) elevan su valor y pueden venderlas, obteniendo así una utilidad. Durante el desarrollo de la creación de valor de la empresa (camino al éxito), los accionistas también pueden recibir dividendos, que no son más que la distribución total o parcial de las utilidades contables que genera la empresa.

Pues bien, al momento de incluir inversionistas (accionistas) en la matriz de financiamiento de la empresa el emprendedor debe estar conciente que, según el tamaño del aporte, estos pasan a ser dueños de la empresa y si poseen una parte considerable de las acciones, tendrán derecho a voz y voto en todo lo que corresponde al manejo del negocio.

¿Cómo puedo estimar el porcentaje a entregar a un inversionista?

Las técnicas más utilizadas y aceptadas por los entes financieros son: valoración por descuento de los flujos de caja y la valoración por comparables o múltiplos de la industria. El principio del primer método es sencillo, uno compra un negocio no en virtud de la utilidad actual, si no del valor presente del flujo futuro de ingresos que generará el negocio. El segundo, considera que el valor de las empresas de un mismo rubro siguen un cierto comportamiento que se refleja en múltiplos o razones comparables entre ellas.

Veamos un ejemplo sencillo, supongamos que una empresa sin deuda proyecta tener flujos de caja iguales a $10.000.000 durante diez años (horizonte de evaluación), con valor de desecho de los activos nulo y una tasa de descuento de acuerdo al riesgo de este negocio igual a 10%. El valor presente de los flujos de caja son $61.450.000, por lo cual si solo se financia con capital, por cada $10.000.000 que aporte el “capitalista” para financiar la inversión inicial, esto le dará derecho (en primera instancia y sin negociación alguna) a recibir un 16% de las acciones que conforman el patrimonio de la empresa, este valor corresponde al porcentaje de su aporte sobre el valor presente de los flujos que generarán los activos que ayuda a financiar.

Como ya se ha mencionado en otros números, el valor no es lo mismo que el precio, ya que el precio en el cual se transe una empresa dependerá de un proceso de cálculo y negociación, en cambio el valor depende de quién lo estime.

Los inversionistas son necesarios para los emprendedores y viceversa. El documento que permite una comunicación directa, fluida y franca entre ellos es el Plan de Negocios, cuyos principales tópicos hemos revisado a través de varios números en esta sección, solo esperamos que estos breves reportajes les hayan permitido conocer las bases de una de las más importantes herramientas que todo emprendedor debe manejar.

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