jueves, 21 de febrero de 2008

El Plan Financiero (2ª Parte)

En el número anterior definimos los principales componentes de un análisis financiero. Entre ellos se destacaba la importancia del flujo de caja, herramienta clave para diagnosticar el potencial financiero de una idea de negocio.

En la práctica, una vez construidos los flujos de caja y proyectados en el horizonte de evaluación del negocio, se debe realizar una evaluación financiera que permita determinar si la empresa generará valor o no para el emprendedor y los potenciales inversionistas.

Uno de los métodos más utilizados por los inversionistas para evaluar el potencial financiero de una empresa es el denominado “descuento de los flujos de fondos o cash flows”

Este procedimiento trata de determinar el valor de la empresa a través de la estimación de los flujos de caja (cash flows) que generará en el futuro, para luego descontarlos a una tasa de descuento apropiada según el riesgo de materialización de dichos flujos. Este procedimiento de evaluación también es conocido como el método del Valor Actual Neto (V.A.N.)


El método del Valor Actual Neto (V.A.N.)

Es un procedimiento que permite calcular el valor presente, de ahí su nombre, de un determinado número de flujos de caja futuros. El método descuenta a una determinada tasa o tipo de interés (igual para todo el período) los flujos de caja en evaluación. La obtención del V.A.N. constituye una herramienta fundamental para la evaluación y gestión de proyectos, así como para la administración financiera.
La fórmula que nos permite calcular el Valor Actual Neto (VAN) es:

Donde, I0 representa la inversión inicial o flujo de caja en el periodo 0, FCi representa el flujo de caja calculado para el periodo i, r es la tasa de descuento en su forma decimal (ej. 30% se considera como 0,3) y n el número de periodos que se considerarán en la evaluación.


¿Qué es la tasa de descuento?

Es la tasa (expresada en términos porcentuales) que refleja el costo alternativo (lo que se deja de obtener) por el uso del dinero que se utilizará en la implementación de la idea de negocio. Esta tasa, generalmente, se obtiene desde el mercado financiero donde el emprendedor se desenvuelve y debe considerar alternativas de inversión que tengan el mismo riesgo que el negocio que se pretende abrir. Por ejemplo, en Chile, las tasas de descuento que se utilizan par evaluar proyectos del tipo emprendedor fluctúan entre un 15% a un 50%, en términos anuales reales, dependiendo la naturaleza de la idea de negocio (a mayor riesgo, mayor es la tasa de descuento utilizada).

La Tasa interna de Retorno (T.I.R.)

La tasa interna de retorno o tasa interna de rentabilidad (TIR) de una inversión, está definida como la tasa de interés o tasa de descuento a la cual el valor actual neto o valor presente neto (VAN o VPN) es igual a cero. Es la tasa de descuento a la cual el proyecto no genera pérdida o riqueza, por lo que se traduce en un límite de decisión, si la TIR supera a la tasa de descuento utilizada para descontar los flujos, está en presencia de un proyecto rentable, por lo cual se debe llevar a cabo, en cambio si la TIR es inferior a la tasa de descuento, el proyecto no es financieramente rentable.

Un adecuado análisis financiero debe permitir, tanto al emprendedor como a potenciales inversionistas, tener la claridad suficiente respecto de los siguientes aspectos:

Liquidez. El ser rentable no significa necesariamente poseer una liquidez (disponibilidad de dinero efectivo) adecuada para afrontar los compromisos diarios de una empresa. Una compañía puede tener problemas de dinero, aun siendo rentable. Por lo tanto, las proyecciones financieras deben anticipar las necesidades de caja para sustentar el negocio en el tiempo y evitar periodos de cese de pago a proveedores o acreedores. Si lo anterior ocurre, la empresa aumentará inevitablemente el riesgo asociado a sus operaciones y por lo tanto disminuirá su valor.

Financiamiento. El análisis financiero deber ser capaz de determinar las necesidades de recursos financieros, las fuentes (deuda y/o patrimonio) y condiciones de ellas, junto con las posibilidades de tener acceso real a dichas fuentes. Igualmente, debe determinar, en el caso de utilizar financiamiento por deuda, los gastos financieros y la amortización de capital propios al préstamo.

Base para gestión financiera. Una vez proyectados los estados financieros, se tiene una guía de cómo deberían comportarse los indicadores de rentabilidad y crecimiento del negocio una vez que este se ponga en marcha, así cualquier desviación podrá ser analizada y corregida (en caso de ser necesario) para obtener los objetivos financieros trazados durante el plan de negocios.

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